Los sistemas operativos (SO) permiten a los usuarios realizar las funciones básicas de una computadora. El SO supervisa todo el software y el hardware periférico y accede a la unidad central de procesamiento (CPU) para la memoria o el almacenamiento. También hace posible que un sistema ejecute aplicaciones simultáneamente.
Todos los PC, laptops, tabletas, teléfonos inteligentes y servidores requieren un SO. Los desarrolladores pueden optar por sistemas operativos específicos más propicios para la programación y el desarrollo de aplicaciones. En contraste, el empleado promedio probablemente usará un sistema propietario para un uso más común y cotidiano. Los sistemas operativos más comunes para empresas son Windows de Microsoft, OS X de Apple y distribuciones de Linux, así como sistemas operativos móviles para teléfonos inteligentes.
Para calificar para la inclusión en la categoría de Sistema Operativo, un producto debe:
Gestionar el software y el hardware externo de un dispositivo
Permitir el uso simultáneo de aplicaciones
Conectarse con la unidad central de procesamiento para la asignación de memoria y almacenamiento